viernes, 6 de enero de 2012

La receta del éxito



Comienzo a entrar en una vorágine de superficialidad, e intuyo a que es debido a una cruel falta de lectura interesante. Sin embargo sé que no es eso, pues no faltan en mi mesilla libros con gran carga inteligente, por lo que deduzco inevitablemente que es culpa mía y sólo mía y de mi descentraje. También de lo que me ocurre se pueden sacar conclusiones. Veamos:





Reglas para alcanzar la felicidad objetiva y el éxito personal y profesional (bla, bla, bla...)


1. Los Planes. Son imprescindibles. ¿Qué harás en Nochevieja? Quedarme en casa si lo consigo. ¿En serio? (lo preguntan con pena) Luego te proponen un plan que seguramente a ellos se les antoja mil veces mejor que el tuyo, pero rehusas, y no comprenden por qué prefieres tu casa, tu copa de vino, tu cama, una madrugada de gente durmiendo y tú despierta con un  café en la mano y un libro en la otra. No, nadie lo comprende. Pero son amigos, familia, gente que te quiere, lo hacen por tu bien. No les puedes culpar por pensar que a) Estás deprimida y por eso no quieres salir de casa; b) Nadie te quiere y por eso estás tan sola. Da pena no ser comprendida por los que más te quieren.

2. Trabajo. Mucho. De manera que ocupe la mayor parte de tus horas del día y puedas llegar así a casa rendida, con la conciencia de estar contribuyendo y de que "lo has hecho bien", "sirvo para algo". Cuanto más cansado y más horas hayas echado, mejor. Si te oyen decir "es que no tengo tiempo para mis cosas", te responden "¿Para tus qué...? Con la que está cayendo ya puedes estar feliz de tener trabajo". Agachas la cabeza. "Claro".

3. Salir de fiesta. Muy importante salir a cenar a una franquicia (¡ojo a este detalle!: si es un bar acogedor cuyo dueño es amable y sus hijos preparan la comida porque toda su vida se les ha dado bien la cocina, no vale); y a continuación ir al cine (domingos, de ahí haber pasado antes por la franquicia del centro comercial), o a una discoteca tipo Buda (sábados o viernes noche), emborracharte (si no, no vale) y hacer alguna gilipollez. Si luego coges el coche y te libras de un control por los pelos y llamas contándolo y descojonándote, ganas puntos.

4. Ropa de marca, firma, diseñador... como se llamen. Si llevas algo nuevo, te preguntarán dónde lo compraste, cuánto costó, amparándose en la excusa de que igual se lo compran igual porque les ha encantado. Si te lo ha hecho tu abuela porque de coser sabe mucho más que los chinos que lo hacen todo hoy día, tampoco vale. 

5. Viajar a Londres, Nueva York o París. Una vez estás allí has de visitar tiendas de ropa y museos, comer en los sitos más vistosos, y nunca nada típico del lugar, ¿eh? Cuando vuelvas, recupera esos días perdidos de no haber ido al gimnasio. 

Estas son algunas de las directrices para ser feliz. Por cierto, la peli ha de ser una comedia tipo Jennifer Aniston, o ir de marcianos que quieren matar al presi de los Estates. Esta es la guinda del pastel. Si haces todo esto, el éxito está asegurado!!!! Luego hay que publicarlo todo en facebook, porque si la gente no se entera no tiene sentido, ¿no? Si te preguntan qué libro lees: Los pilares de la tierra, y añades "aunque no tengo casi tiempo para leer". Música: Dani Martin para las chicas. 

Que nunca te oigan decir que quieres tiempo para ti, que quieres ir a esta obra de teatro de esa compañía local, ni a la presentación de ese libro de autoedición. Que no sepan que valoras más tu tiempo sola, lo que sale de ti sin nadie alrededor, que la persona que sigue la corriente cuando está con los demás "¿Vamos a ver la nueva de Matt Damon?"."Bueno"  Que tus seres queridos  no se enteren de que eres más feliz sin los planes que todos adoran, que prefieres la sorpresa, el poder decir "tal vez mañana me vaya a este sitio, sí, ¿por qué no?" sin ataduras, tan libre, tan monstruosamente aleatorio frente a una existencia fija y ordenada.....






Me siento atada en lujo. Tal vez esta sensación viene dada por un nuevo trabajo, fijo, al lado de casa, gratificante... todo lo que debería desear. O tal vez es porque mi vida está encarrilada, vida sentimental fija, amigos que son amigos, ocio reconfortante, independencia... tan bueno, tan exitoso... no lo debo dejar. Algún día conseguiré quitarme de encima esta sensación de querer romper con todo, desnudarme de la vida perfecta y volver a correr a otro sitio donde empezarlo todo de cero. Me dicen que algo que has estado haciendo desde hace diez años es difícil de parar, así que mientras lucho con las ataduras me diré cada mañana en el sofá, con el café nespresso, frente a las noticias "Iré a trabajar, comeré con él, iré a entrenar, llamaré a mi amiga en el coche de camino a casa, todo va bien, es lo que quiero, qué suerte tengo".



Es la receta del éxito... o tal vez solo otra sarta de delirios.