miércoles, 8 de febrero de 2017

La lista de mis deseos, de Grégoire Delacourt



Quería hablar de otra novela Feel Good: La lista de mis deseos, de Grégoire Delacourt. Editorial Maeva, 160 páginas.



“Nos mentimos continuamente.
Sé muy bien, por ejemplo, que no soy guapa. No tengo unos ojos azules en los que los hombres se contemplan, en los que desean sumergirse para que te lances a salvarlos. No tengo talla de modelo; soy más bien tía buena, tirando a rolliza. De las que ocupan un asieno y medio.
Tengo un cuerpo que los brazos de un hombre de tamaño medio no pueden rodear entero. No poseo la gracia de las mujeres a las que susurran largas frases acompañadas de suspiros a modo de puntuación, no.
Yo provoco más bien la frase breve. La fórmula cruda. El hueso del deseo, sin chicha; sin la grasa confortable.
Todo eso lo sé.
Y aún así, antes de que Jo llegue a casa, a veces subo a nuestra habitación y me planto delante del amario..., por cierto, tengo que recordarle que lo fije a la pared, si no, el día menos pensado se me vendrá encima durante mi “contemplación”:
Una vez allí, cierro los ojos y me desnudo despacio, como nadie me ha desnudado jamás.”

Así comienza esta novela, cuyo primer capítulo podéis leer aquí. Es gracioso – yo me reí – y también penoso, ¿no? La última frase da lástima. Pues así es casi todo el libro. La protagonista te gana, pero es un sentimiento agridulce. Dices “Jocelyne, ¿qué te pasa? ¿Qué te ha hecho tan cínica – cuando describe por primera vez a las gemelas que son “sus amigas -, y tan deprimida?". Una vez leí que para causar el humor en una obra había que coger una situación triste, y llevarla hasta el extremo para que sea ridículo. 

Jocelyne vive en un pueblo de Francia, Arrás, y lleva una mercería, así como un blog sobre costura. Su vida transcurre entre su mercería, las gemelas del centro de estética, su marido, Jocelyn, y sus hijos, que son mayores y viven ya por su cuenta. Jocelyne nos cuenta su vida con un toque cínico y un poco hastiado que te absorbe. A través de ella, nos da la impresión de que su mercería no tiene mucho éxito, de que las gemelas son unas divas a las que no aprecia demasiado, su marido es una persona con la que comparte casa, y que sus hijos ni se acuerdan de ella. Pero lo cierto es que también descubrimos que no es así: su mercería está teniendo cada vez más éxito debido a su blog, no paran de llegarle mensajes de seguidoras y hasta la quieren entrevistar; su hija la mantiene en su vida enviándole su trabajo cada cierto tiempo, y su marido se preocupa por ella, lo vemos en los detalles diarios que tiene el hombre. Entonces, ¿qué pasa aquí? Poco a poco, y en el momento oportuno, van saliendo los esqueletos de dentro del armario. 

Pero hay más. 

Obligada por las gemelas, nuestra protagonista compra un billete de lotería que ¡sorpresa!, resulta ganador. Pero entonces llega una psicóloga y plaga de dudas a la pobre Jocelyne, que es una mujer calmada, con las cosas claras, y sin grandes aspiraciones más que las cotidianas. ¿Qué pasa ahora? La pobre tiene miedo. ¿Se van a convertir todos en vampiros y a intentar sangrarme? “Ahora vas a ser famosa, todos van a quererte, amigos por todas partes. Ten cuidado, Jo, ten mucho cuidado, sobre todo con los más cercanos”. Jocelyne fabrica poco a poco una lista de sus deseos, y se da cuenta de que poco puede hacer el dinero frente a esa lista, porque lo que ahí hay escrito, no se compra con dinero. 

Es una lección de vida las reflexiones que te llegan a raíz de los sucesos en este libro. Te hace pensar sobre la felicidad – porque Jo, en realidad, es feliz tal como están las cosas, y es un cheque a su nombre con muchísimos millones lo que amenaza esa felicidad y lo que le hace darse cuenta de que realmente es feliz -, te hace pensar en tus propios deseos - ¿qué me compraría? ¿qué haría si alguien me hiciera esto a mi? – te hace querer ser la portadora de ese cheque y a la vez no querer que nada altere tu vida de esa manera. 

La felicidad no se compra con dinero. En este libro, esta afirmación es más que evidente. Pero habla de muchísimas otras cosas, habla de un proceso de cambio en la protagonista, de sus deseos de joven y cómo se vieron suspendidos por las circunstancias de la vida; de la comodidad a la que cedemos con el paso del tiempo – nos quedamos con nuestro queso, no sea que no encuentre otro como éste -, de saber – o no – apreciar la felicidad en lo que tenemos. 

A mitad de libro, la historia pega un cambio que te deja boquiabierto. No lo voy a comentar, evidentemente. Luego, una parte de la historia me entró un poco forzada. Pienso que lo mejor de este escritor fue la naturalidad de los personajes, la propia ambigüedad, la vida misma. Me sentía leyendo como si yo misma viviera en Arrás y tuviera una mercería, porque son situaciones que todo el mundo se puede aplicar a si mismo. Luego llega el final y todo se precipita. Te expulsa fuera de la historia y lees desde lejos, del otro lado del libro. Te empiezas a hacer preguntas... ¿qué ha pasado aquí? ¡Espera, rebobina! ¡¿Cómo?! Venga, va...

Aún así... me ha encantado de principio a fin.

¿Volvería a leerla aún si supiera que de FeelGood tiene poco? Si, pero buscaría un momento en que me apeteciera una novela de este tipo, que no es precisamente ligera. 

¿La recomiendo? Por supuesto. De hecho, mi madre la leyó al mismo tiempo que yo y me gustó mucho comentarla con ella. Se la conté a un amigo por encima y también me encantó charlar sobre ella, comentar los puntos de vista. Mi amigo me dijo que le había dado mucho que pensar, y es que es una de esas novelas que te dejan la mirada un poco perdida al terminarla, como intentando asimilar todo lo que ha ocurrido. 
 
Sobre el autor: Nacido en Valenciennes, Francia, en 1966, fue un reputado publicista antes de escribir su primera novela, L’écrivainde la famille en 2011, que obtuvo varios premios literarios en su país. Pero es sobre todo conocido por su novela La lista de mis deseos, un gran éxito de ventas con más de un millón de ejemplares vendidos, publicada en 27 países y con una adaptación cinematográfica. De Las cuatro estaciones del amor ya se han vendido 130.000 ejemplares en Francia y será publicado por una docena de editoriales en todo el mundo.

¿A ti qué te ha parecido?

¡Un saludo grande!

3 comentarios:

  1. No lo he puesto en la reseña, pero hay una cita en el libro que me hizo mucha gracia. Decía "Las abuelas son las mejores madres, porque una madre está demasiado ocupada siendo mujer"

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  2. Que cita tan buena, y que razón tiene....

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  3. Si! Es un libro lleno de buenas frases!

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