Tu vecina te dijo que preferiría que no llevaras a tu bebé de seis meses a la cena. No es nada personal, simplemente no soporta sus llantos.
Tu marido estaba de acuerdo. Después de todo, vivís en la casa de al lado. Podíais llevaros el monitor infantil y turnaros para pasar a verla cada media hora.
Tu hija dormía cuando fuiste a comprobar por última vez. Sin embargo, en este momento, mientras subes corriendo las escaleras hasta su habitación envuelta en un absoluto silencio, confirmas que tu peor pesadilla se ha hecho realidad: ha desaparecido.
Nunca antes habías tenido que llamar a la policía. Ahora están en tu casa y quién sabe lo que pueden llegar a descubrir.
¿De qué serías capaz cuando has sobrepasado tus límites?
Tenía intención de reseñar una novela romántica con
motivo de San Valentín y bla, bla, bla, pero esto es lo que ha salido: la
reseña de La pareja de al lado, de Shari Lapena.
Lo venden como un thriller psicológico, pero yo, una
vez terminado, dudaba de lo que realmente era un thriller psicológico, así que
lo he buscado. Para diferenciarlo de un thriller clásico hace falta varios
elementos, entre ellos:
- El suspenso
se elabora depositando el énfasis en las problemáticas personales de uno de los
personajes, por lo general es el protagonista.
- Los personajes están expuestos al peligro a nivel
mental, en lugar de ser expuestos a un peligro físico.
- La naturaleza del protagonista radica en
cuestionarse frecuentemente sobre los conceptos de la bondad y la maldad, y si
es el caso –de un estado mental alterado– los límites entre bien y mal se
borran creando confusiones y angustias en el personaje y en el espectador.
Entre otros.
Yo no soy gran lectora de Thriller, pero justo ahora
estaba leyendo Vestido de novia, de
Pierre Lemaitre, y consigo ver la diferencia. Vestido de novia sí es un thriller psicológico. Éste lo considero,
más bien, policíaco. Aún así, me ha tenido alborotada de principio a fin. Es un
thriller que crea tensión y misterio, porque a cada página surgen datos nuevos
y da un nuevo giro. La acción transcurre rápida y sin descanso. Cuesta dejar el
libro al lado y decir, “ya seguiré”. No, buscas el momento de seguirlo. Por eso
no leo thrillers, porque el sentimiento principal a lo largo del libro no es de
placer ni esa calma suave con trozos de emoción que a mi me gusta, sino que es
de ansiedad y suspense. Una ansiedad por terminar el libro, por saber qué pasó; 392 páginas que te mantienen en vilo.
Hay gente que dice que sospechas de todos... a ver,
en mi opinión, no. Sospechas de los que hay que sospechar, pero este tipo de
novelas siempre mete algún párrafo que te hace dudar, que te desvía la sospecha hacia lados
confusos – para buscar la sorpresa -, y este libro no es una excepción. Pero es
algo que me molesta, porque siempre al final me quedo pensando “claro, es que
tú dijiste esto, y luego resultó que la información no era exacta”. En mi opinión, eso es mentir un poquito, y no lo veo muy legal. Ya me ha
pasado con los pocos libros de este género que he leido. ¿Se huele la trama?
¡No! Para nada. Todo está hilado a la perfección. Te deja con la boca abierta y con un
¡anda! continuo.
En las primeras páginas ya aparecen los
protagonistas y coprotagonistas, todos enredados. Anne es una madre con una
leve depresión postparto – ¿quién no ha sufrido un poco después de un cambio
tan radical en tu vida? -, que accede a dejar sola a su bebé para poder ir a
cenar a la casa vecina, que linda pared con pared. Entre ella y Marco, su
marido, se van turnando para ir cada media hora a vigilar a su niña de seis
meses. Sin embargo, cuando vuelven, la puerta principal estaba abierta y el
bebé no está en la cuna. A partir de ahí viene la policía, el inspector Rasbach, y los padres de Anne. Se toman declaraciones
que pueden resultar un poco incompletas o contradictorias debido a la tensión
del momento. Se sabe que alguien entró a la casa entre las 00:35 y la 1:30h,
metió al bebé en un coche desconocido, y ya está. El detector de la puerta
trasera está desconectado, y no hay huellas en la casa distintas de las de los
padres. ¿El pijama que llevaba? Rosa, ¿no? No se acuerda. Su madre no se
acuerda porque estaba demasiado ocupada pensando en su marido y la vecina, Cinthia,
que se traian un tonteo delante de ella que la ponía enferma. Además, había
bebido y la niña no se callaba y le tuvo que dar pecho. O, espera, igual era
verde. ¿De qué color era su pijama? ¿Respiraba la niña cuando fue a verla? Esto
ocurre en las primeras hojas y hay mucha, mucha historia, así que no estoy
desvelando nada. Me ha encantado el personaje del inspector Rasbach, un tio agudo y muy
curioso que sospecha de todos, sobre todo de los padres, porque tiene mucha
experiencia y sabe que cuanto más rocambolesco, más atinado. .
Está escrito en tercera persona y en presente, salvo
los hechos pasados. En general la trama se centra en los padres, en Anne y en
Marco, y en el inspector, salvo momentos puntuales que se desvía la atención
hacia personajes que tienen algo que contar al lector. Existe un móvil que
todos persiguen y una manera para conseguirlo. Existen unos personajes con su
particularidad cada uno, y es esa historia pasada la que juega en un suceso que
podría ser ajeno a la familia. La autora nos conduce de un lado a otro de forma
muy amena y, sin darte casi cuenta, has terminado el libro. ¿Lo único malo? Para mi gusto, el final. Le sobran las últimas tres páginas. Aún así, lo recomiendo.
La pareja de al lado: «El thriller del que todo el mundo habla.» (Stylist)
Libro del año para WH Smith en Gran Bretaña.
En la lista de más vendidos durante semanas de The New York Times.
Número 1 en más vendidos en Canadá.
En la lista de más vendidos de The Sunday Times.
Uno de los mejores libros de 2016 para The Globe.
Finalista de los Premios Goodreads 2016.
En la lista de más vendidos durante semanas de The New York Times.
Número 1 en más vendidos en Canadá.
En la lista de más vendidos de The Sunday Times.
Uno de los mejores libros de 2016 para The Globe.
Finalista de los Premios Goodreads 2016.
¿Alguien más la ha leido? ¿Qué os ha parecido?
¡Un saludo grande!
Yo también lo he leído y estoy completamente de acuerdo...un final un poco precipitado. Pero lo volvería a leer sin duda.
ResponderEliminarMuy chula la reseña. Un saludo
Un saludo! Gracias por pasarte!
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarSoy nueva por tu blog^^
A mi no me gustó demasiado y ese final tan innecesario...
Besitos
Bienvenida! Ya, la verdad es que es una lástima. Crea muchas expectativas y luego te deja un poco plof. Un saludo!
EliminarHola. A mi si me gusto, me explico: no es un novelón, tendrá su tiempo y momento y nada más, pero reconozco que está bien escrito y bien planteado. Muchos diálogos en la narración para marcar acción continuada y captar al lector con giros y dudas... aunque desde el principio descubras la intriga no dejamos de leer.
ResponderEliminarHe conocido tu blog a través del grupo de Facebook Blogueros Literarios, del que formo parte. Ya te sigo y te leeré.
Un abrazo grande desde https://carmenensutinta.blogspot.com.es/
Hola Carmen! Pues si, tienes razón, ya quisieran muchos - yo incluida - saber crear tanta tensión. Desde luego, no te despegas de él. Pero creo que voy a descansar un poco de thriller.
EliminarUn beso y muchas gracias por pasarte. Yo también te sigo.
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